[San Jose, California – 25 de junio de 2020]
Hace pocas semanas otro afroamericano, George Floyd, moría sofocado a manos de las fuerzas del orden de Minneapolis en Estados Unidos. La historia ha dado la vuelta al mundo y ha vuelto a poner de manifiesto, por enésima vez, el racismo endémico que perdura tanto en las instituciones estadounidenses como en las sociedades de muchos otros países de nuestro mundo globalizado.
La indignación social, la rabia, el hastío, la frustración y la cólera colectiva son sólo algunas de las emociones que han llevado a muchos a manifestarse en contra de estas profundas injusticias a lo largo de estas últimas semanas. En algunos lugares, se han visto además protestas violentas y graves saqueos, pero estos eventos tan duros no han hecho más que demostrar lo que, ya en los años sesenta, Martin Luther King Jr. analizaba con coraje y acierto: “los disturbios son el lenguaje de los sin voz”.
Mientras que en las calles y plazas de Estados Unidos se han vivido las demostraciones ciudadanas más intensas desde hace décadas, por internet y en todas las redes sociales (cuales espacios compartidos que definen cada día más nuestras vidas digitalizadas) se han ido acumulando también muchísimas (re)acciones de crítica social y de (re)educación ciudadana. Propuestas que, desde la información y la participación, buscan promover cuestionamientos y cambios constructivos en los sistemas que, durante demasiadas décadas, han seguido legitimado estructuras racistas de discriminación, a la par que han continuado normalizando los privilegios blancos.
En este contexto, desde la ciudad de San Jose en California, en la tarde del jueves 5 de junio, más de sesenta personas, la mayoría sin conocerse previamente entre ellas, se reunieron durante dos horas de forma virtual en Candidly Speaking (CS, Hablando con Franqueza), una iniciativa independiente con la que se busca el diálogo y las “conversaciones entre culturas”. Si bien este proyecto existe desde hace más de tres años en formato presencial, en esta última sesión “de urgencia” y online (co-organizada por la asociación local de jóvenes “South Bay Black Coalition“, siguiendo las recomendaciones de distanciamiento social para prevenir la epidemia del COVID-19), la organización convocó a los participantes, reunidos voluntariamente por Zoom, con el fin de poder intercambiar miradas sobre la idea de “raza”, un concepto complejo, que abre heridas históricas y que, aún hoy, resulta difícil de abordar para muchos con la franqueza que se necesita.
Ideado y fundado por Adoplpha Cole, autora de Atlanta afincada desde hace años en la Bahía de San Francisco, Candidly Speaking (CS) podría definirse como una experiencia de encuentro con la que, desde el verdadero diálogo igualitario entre personas de orígenes y recorridos diferentes, se consiguen romper barreras, estereotipos y generalizaciones acerca del otro. “Creé Candidly Speaking en un esfuerzo por construir puentes en la comunidad al tener conversaciones difíciles sobre temas tabú y eventos actuales”, explica su creadora, con los que ofrecer además “un espacio seguro en el que todos se sientan bienvenidos y escuchados; en el que cada participante pueda hablar y compartir sus diferentes experiencias, posibilitando así el conocimiento mutuo, la empatía, y facilitar esa conexión humana que nos une, que nos permite reconocernos como parte de una comunidad”.
Mediante unas rutinas de grupo muy sencillas y el uso de preguntas predefinidas por los facilitadores de cada sesión, el que participa en CS consigue valorar el poder de compartir y conectar con otras personas. Aunque una charla pueda resultar una actividad banal quizás, común o normal para muchos (algo que de antemano podríamos pensar en encontrar a diario en nuestras relaciones con vecinos, conocidos, amigos o familiares); tener la posibilidad de explorar temas candentes con gente diversa y desconocida resulta no sólo inusual, sino incluso muy enriquecedor para el que se abre a esta experiencia con ganas de ver el mundo más allá de sus propios (pre)conceptos.
Ante asuntos tan urgentes como puede ser el racismo sistémico de una sociedad entera, a través de CS se consigue experimentar, de primera mano, la importancia que puede tener verbalizar y externalizar nuestros propios pensamientos y vivencias ante otras personas sin miedo a ser juzgados. Compartir, tanto para dar a conocer nuestras experiencias, como para convertir nuestros pasos en oportunidades para que otros aprendan, desde la reflexión, la cercanía y el re-conocimiento mutuo. Así, sean vecinos o lejanos, iguales o diversos, CS nos recuerda a la vez, con sencillez y efectividad, lo valioso que es enriquecernos, desde el encuentro y la escucha genuina, a través de las historias y recorridos de otras personas, sobre todo cuando esos “otros” no se conocen previamente.
En otras palabras, CS nos pone de manifiesto lo poderosa que es la comunicación interpersonal para poder crecer y entender mejor el mundo que nos rodea, especialmente en nuestros tiempos de cambios e interdependencias interculturales cada vez más urgentes. CS se ofrece así como una actividad sencilla, fácil de reproducir en cualquier entorno y contexto, sin necesidad de grandes recursos, con la que valorar el potencial del diálogo y el encuentro como factores para estimular la curiosidad, la empatía, la sensibilidad, y así unirnos, desde lo personal, en nuestra condición humana. Participar en CS nos desvela que, sin necesidad de muchos artefactos ni inventos, aún existen formas humanas de debatir y crear espacios comunes, cercanos y de escucha humana más allá de tweets, posts, videos impactantes o torbellinos de hashtags.
Mientras que en estos momentos CS sigue organizando sesiones específicas desde California para continuar abordando las conversaciones más urgentes acerca del racismo y de las propuestas que están emergiendo, Adolpha Cole sigue promoviendo esta iniciativa con la intención de que pueda alcanzar (y servir) al mayor número de comunidades posibles. Su deseo es el de poder reproducir y compartir los sencillos protocolos de CS con todos los interesados, desde colectivos ciudadanos, centros educativos y hasta equipos profesionales, con el fin de “mantener las conversaciones en marcha para el cambio“. Tal y como explica con pasión y compromiso: “creo que estos momentos nos están demostrando que tenemos que mantener estas conversaciones importantes activas, porque no se trata sólo de hablar y compartir, sino de permitir que, con ideas y desde nuestras comunidades, podamos saber todos cómo mejor pasar a la acción para alcanzar el cambio que deseamos ver en el futuro.“
FOTOS: La mayoría de las imágenes en este artículo son cortesía de Candidly Speaking y Adolpha Cole: Gracias.
Mira aquí + FOTOS DE LAS MANIFESTACIONES PACÍFICAS en San José, California (Flickr de Federico Olivieri).